Un día en el cole
Un día en el colegio C.R.A. La Colmena, los alumnos de la clase de 6º de primaria se llevaron una gran sorpresa, ¡LLEGÓ EL INSPECTOR! Todos nos sentamos correctamente, dejamos espacio en las mesas y no hablamos.
El inspector nos anunció que fue la mejor clase de todo el año, y que podíamos ir a un viaje a Port Aventura, todos vitoreamos ¡VIVA, VIVA!
Cristina también se puso muy contenta, estuvimos toda la mañana de fiesta celebrándolo.
Llegó el día, todos estabamos con las maletas y nuestras cosas preparadas; íbamos a estar una semana. Todos los profesores y alumnos se despidieron de nosotros, Alfonso y el Teacher les prestaron a los chicos un ordenador y juegos para que jugaran allí.
Montamos en el autobús y estuvimos todo el viaje cantando y contando chistes. Cristina salió con la cabeza estallada del autocar.
Fuimos todos muy contentos al hotel, nosotras, las chicas estabamos en una habitación y los chicos estaban a parte, Borja, Raúl y Dominik en una habitación y Jaime, Nacho y Ricardo en otra de las habitaciones. Las habitaciones eran muy chulas, la de los chicos estaban formadas por una litera y una cama normal y la nuestra por tres literas, porque Cristina dormía con nosotras.
Esta noche teníamos que dormir bien porque mañana íba a ser un día muy largo.
A la hora de desayunar todos bajamos. La comidad parecía muy rica y en realidad lo era. Cuando Cristina vino y nos dijo que preparásemos las mochilas de excursión todos subimos corriendo a por ellas y bajamos con Cristina. El hotel estaba próximo al parque por tanto el viaje en autocar duraría 15 minutos.
Al llegar la profesora nos dijo que nos pusiéramos en los grupos de habitaciones y que estuviésemos pendientes por donde íban nuestros compañeros. A la entrada del parque los guardias de seguridad nos pidieron las distintas entradas y autorizaciones.
La entrada al parque era alucinante, había muchos muñecos inchables. Al principio me sentí un poco asustada, pero según iba avanzando la mañana me sentí mucho mejor. La 1ª atracción a la que montamos fue la del pájaro loco. Cristina se montó en ésta con nosotras, los chicos estaban en las atracciones de acción. Esta atracción era bastante divertida, con agua incluida en mitad del trayecto.
Al final de la mañana estábamos rendidos, y por eso Raúl propuso que fuéramos a comer.
Al finalizar la jornada nos fuimos muy cansados al hotel, esa noche fue una de las mejores de toda mi vida. Estuvimos hasta las tres de la mañana de fiesta. Al final Cristina se cabreó y nos dijo que todo el mundo a la cama.
Todo este jaleo se sucedió un día tras otro.
Al 4º día ocurrió un suceso tremendo. Todo comenzó temprano por la mañana. Todos los chicos se despertaron pronto para gastar una broma a las chicas. La broma consistía en poner una música terrorífica en su habitación para que se despertaran. Esto enfado muchísimo a Cristina, pero a la vez la hizo sonreir. Como todas las mañanas desayunamos tranquilamente y después fuimos al parque.
Cuando llegamos nos fuimos a nuestro aire, como siempre.
A la hora de comer nos juntamos, pero faltaban Jaime y Nacho, que no sabíamos dónde se habían metido. De repente llamaron por megafonía a nuestra clase. Decía que nos presentaramos de inmediato en la atracción de “Los rápidos”. Al llegar allí nos asustamos mucho porque se encontraban los equipos de emergencia con Nacho y Jaime. La directora del parque se puso a hablar con Cristina, le contó que sus chicos no se habían puesto el cinturón de seguridad y accidentalmente cayeron al agua. Jaime y Nacho no tenían ningún rasguño, pero el castigo que les iba a caer sería grande.
De camino al hotel todos nos sorprendimos porque Cristina no hechó ninguna bronca a Nacho y a Jaime, en cambio les dijo que un fallo lo podía tener cualquiera.
Al día siguiente partimos temprano hacia nuestro gran COLE.
De repente María me despertó diciéndome que ya se había acabado la clase de mates y que era la hora del almuerzo. Todo había sido un corto pero maravilloso sueño. Inés Martínez Alcocer
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